El Banco de España ha actualizado sus previsiones económicas para 2024, 2025 y 2026, estimando un aumento del PIB más significativo. Para este año, la proyección ha mejorado en medio punto, pasando del 2,3% al 2,8%, impulsada principalmente por el buen desempeño del sector exterior, especialmente del turismo, y por el crecimiento de las exportaciones de servicios no turísticos. Además, la disminución de las importaciones, debido al avance en la transición hacia energías renovables, ha contribuido a esta mejora.
Para 2025, el crecimiento proyectado sube tres décimas hasta alcanzar el 2,2%, y en 2026, dos décimas, llegando al 1,9%. A medida que avancen estos años, se espera que la demanda interna tome el relevo del sector exterior, con un impulso en el consumo de los hogares y la inversión empresarial. Estos factores estarán apoyados por una disminución en los tipos de interés y la inflación, estimada en 2,9% en 2024, 2,1% en 2025 y 1,8% en 2026, junto con un aumento en la confianza y el apoyo del Plan de Recuperación.
No obstante, se destacan algunos riesgos. La subida de los precios de la vivienda podría limitar el consumo de las familias, y existe la posibilidad de que el Gobierno tenga dificultades para aprobar los Presupuestos Generales del Estado. Asimismo, el Banco de España advierte que el cumplimiento de las reglas fiscales de la Unión Europea requeriría ajustes que podrían modificar las proyecciones económicas. Estos recortes serán más claros cuando España presente su plan plurianual a la Comisión Europea en octubre.
Además, las cifras actuales quedarán desactualizadas este miércoles, cuando el INE publique la revisión anual de la Contabilidad Nacional de 2020 a 2023, según informó Ángel Gavilán, director general de Economía y Estadística del Banco de España, quien explicó que el Banco no pudo esperar a conocer estos datos debido a las exigencias europeas. Aunque esta revisión podría modificar el punto de partida del PIB, no se espera que cambien las tasas de crecimiento proyectadas.
En cuanto al tercer trimestre, el Banco de España estima un crecimiento del PIB del 0,6%, ligeramente inferior al 0,8% registrado en los dos primeros trimestres del año, pero aún elevado. Según el análisis de diversas fuentes de datos, como la Encuesta del Banco de España sobre la Actividad Empresarial (EBAE) y los índices PMI, la tasa de crecimiento interanual del PIB se situaría en torno al 2,9%, manteniéndose por encima del crecimiento potencial de la economía.
A futuro, el crecimiento del PIB se moderaría hacia niveles más acordes con el potencial de la economía, impulsado por un mayor dinamismo poblacional debido a los flujos migratorios. Sin embargo, la contribución del sector exterior disminuiría gradualmente debido a la desaceleración en las exportaciones de servicios turísticos.
El empleo también continuará creciendo, pero a un ritmo más lento. Se prevé un incremento del 1,8% en 2024, 1,7% en 2025 y 1,1% en 2026. A pesar de esta creación de empleo, la tasa de paro se mantendría cerca del 11% en 2026, limitada por el aumento de la población activa y las dificultades del mercado laboral para reducir el desempleo de larga duración, que afecta a aproximadamente 1,1 millones de personas.
Las proyecciones del Banco de España asumen un contexto de reducción de precios del petróleo y una relajación en las políticas monetarias, lo que debería aliviar los costes financieros. Además, se espera una recuperación gradual de los mercados de exportación y el impacto continuado de los fondos europeos Next Generation EU. Se estima que el gasto vinculado al Plan de Recuperación podría representar alrededor del 1% del PIB en 2024 y alcanzar su pico en 2025 y 2026.
En cuanto a la política fiscal, se proyecta un tono ligeramente contractivo para 2024 y neutral para 2025 y 2026. Sin embargo, el Banco de España señala que, para cumplir con el nuevo marco fiscal europeo, será necesario un ajuste fiscal más prolongado, cuyas medidas específicas aún están por determinar y no han sido incluidas en estas previsiones.